De vuelta

Ayer volví a la oficina y, a pesar del coñazo que me dieron mientras estaba malita, mi escritorio sigue donde lo dejé y no en la planta de abajo como me lo esperaba después de parecer que se caía el mundo.

Y, ayer por la tarde también, volví al gym. Hice Yoga, nada de clases machaconas hasta que no sea capaz de respirar por los dos agujeros de la nariz. Después, con el bañador en ristre, nadé un poco y me disponía a entrar al baño turco cuando vi que estaba estropeado...y me jorobo, porque después de tanta búsqueda que hicimos de gym no estamos nada contentos...

Cuando no falla una cosa, falla otra. Las clases no tienen mucho nivel y muchas, sobre todo las de última hora han sido canceladas. De hecho, esas clases a última hora de la tarde hicieron que nos decantáramos por este gym y no otro.

En fin, que sigo quejica por el catarro. Pero de verdad que da gusto volver un poco a la rutina. Con tanta cena/cañita pre-navideña, las navidades, los viajes, las prisas, las compras, las fiestas...estaba ya un poco cansada de no poder vaguear en el sofá, de no poder tener mi rutina de gym, cenita, charla en el sofá y a la cama que mañana es día de escuela.

Y si, ayer tuvimos rutina, que tampoco viene nada mal de vez en cuando. Aunque sea solo para hablar del día que hemos tenido y del día que tendremos mañana.. :-)