Dos de los días que estuvimos de vacaciones llovió mas de lo que llueve en Reino Unido, y ya es un rato largo. Así que aprovechamos que teníamos el coche para hacer turisteo por la isla.
Decir que Marcus estuvo en Corfu de vacaciones con los amigotes allá por el año 97/98 (ni el mismo lo recuerda), así que ciertos destinos elegidos tenían mas valor sentimental que cultural.
El concepto autopista en Corfu, no existe. Si tienes suerte, hay algunas carreteras en las que la velocidad máxima son 70 km por hora, que están asfaltadas y que no tienen esas curvas de la muerte por lo que realmente puedes llegar a los 70. Bueno, eso si no eres local. Lo que he encontrado es que los griegos conducen un poco mejor que los Italianos, pero diría que peor que los españoles (todo generalizando, por supuesto), en el sentido de que se pasan las reglas por el arco del triunfo.
Es común verles hablando por teléfono en el coche, excediendo la velocidad incluso en carreteras de montaña, adelantando en curvas o sitios sin ninguna visibilidad, no llevando casco (nadie) cuando se va en moto...vamos, para mear y no echar gota.
El caso, en nuestra visita al sur de la isla paramos en Kavos, el Benidorm cutre de Corfu. Ahí descubrimos un nuevo concepto de "fuera de temporada" en el que TODO estaba cerrado. Era una ciudad fantasma digan de cualquier película de "se lo que hicisteis el ultimo verano". Hasta el McDonals estaba cerrado!
La verdad nada que destacar, pues tiene pinta de ser el tipico sitio de fiesta hasta la mil para imberbes, la playa estaba sucia y ni siquiera los bares tenían buena pinta...
Continuamos nuestro camino de subida por la costa oeste de la isla. Buscando una de las playas recomendadas en TripAdvisor. Esta playa no es tal, ya que forma parte de un lago, no del mar Mediterráneo. Aquí fue llegar, bajar del coche a mirar un segundo y empezar a llover como si no hubiera un mañana.
Es mas, tuvimos que salir por patas de allí con el coche ya que el concepto "asfalto" no era tal, y corríamos el riesgo de quedarnos atrapados en un barrizal lleno de agua. :-(
Con todo, disfrutamos del día, disfrutamos de las vistas de la isla (muy muy verde) y llegamos al hotel a tiempo para darnos una ducha calentita, cenar y echar unas risas pensando en el día que habíamos tenido.. :-)
Decir que Marcus estuvo en Corfu de vacaciones con los amigotes allá por el año 97/98 (ni el mismo lo recuerda), así que ciertos destinos elegidos tenían mas valor sentimental que cultural.
El concepto autopista en Corfu, no existe. Si tienes suerte, hay algunas carreteras en las que la velocidad máxima son 70 km por hora, que están asfaltadas y que no tienen esas curvas de la muerte por lo que realmente puedes llegar a los 70. Bueno, eso si no eres local. Lo que he encontrado es que los griegos conducen un poco mejor que los Italianos, pero diría que peor que los españoles (todo generalizando, por supuesto), en el sentido de que se pasan las reglas por el arco del triunfo.
Es común verles hablando por teléfono en el coche, excediendo la velocidad incluso en carreteras de montaña, adelantando en curvas o sitios sin ninguna visibilidad, no llevando casco (nadie) cuando se va en moto...vamos, para mear y no echar gota.
El caso, en nuestra visita al sur de la isla paramos en Kavos, el Benidorm cutre de Corfu. Ahí descubrimos un nuevo concepto de "fuera de temporada" en el que TODO estaba cerrado. Era una ciudad fantasma digan de cualquier película de "se lo que hicisteis el ultimo verano". Hasta el McDonals estaba cerrado!
La verdad nada que destacar, pues tiene pinta de ser el tipico sitio de fiesta hasta la mil para imberbes, la playa estaba sucia y ni siquiera los bares tenían buena pinta...
Continuamos nuestro camino de subida por la costa oeste de la isla. Buscando una de las playas recomendadas en TripAdvisor. Esta playa no es tal, ya que forma parte de un lago, no del mar Mediterráneo. Aquí fue llegar, bajar del coche a mirar un segundo y empezar a llover como si no hubiera un mañana.
Es mas, tuvimos que salir por patas de allí con el coche ya que el concepto "asfalto" no era tal, y corríamos el riesgo de quedarnos atrapados en un barrizal lleno de agua. :-(
Con todo, disfrutamos del día, disfrutamos de las vistas de la isla (muy muy verde) y llegamos al hotel a tiempo para darnos una ducha calentita, cenar y echar unas risas pensando en el día que habíamos tenido.. :-)
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