Visitantes, os espero.

Vale, lo reconozco, tengo envidia. Envidia sana, pero envidia al fin y al cabo.

Varios de mis amigos aquí en Bristol, reciben visitan casi cada fin de semana. La verdad es que estoy conociendo mucha gente de diferentes puntos de España. Gente sana, con conversación y ganas de juerga.
Siempre hablo de mis amigos en España, de lo que solía hacer, anécdotas de bodas en el último pueblo de la Comunidad de Madrid o de caídas de faldas de Jota en festivales de hace mil años.

El caso, venid a verme!! No es que las dos visitas que he tenido no me hayan alegrado. Todo lo contrario. He podido juntar parte de la "Elena que era" (reconozcámoslo, he cambiado), con parte de la "Elena que soy". Y eso es algo que me ha encantado.

Lo dicho. Todo el mundo es bienvenido, ahora que tengo casa grande podéis venir en masa. Y, quién sabe, aunque mi idea sigue siendo quedarme aquí todo el tiempo que este país sin sol (aunque hoy tenemos un lovely sunny day!) me "aguante", puede que cambie de localización... Who knows... :-)

On a dark desert highway, cool wind in my hair. Warm smell of colitas, rising up through the air. Up ahead in the distance, I saw a shimmering light. My head grew heavy and my sight grew dim. I had to stop for the night. There she stood in the doorway. Eagles - Hotel California.