Historia de una reforma (XIX): El sótano

Pues si, habéis leído bien. Despues de casi mes y medio desde que empezamos, hemos acabado el cellar! O carbonera,o sótano, como mas rabia os de llamarlo.

Este sótano era el típico frío, húmedo y oscuro sotano de cualquier peli de terror que hayáis podido ver.

En las paredes, se colocó el protector para las tuberías, la nueva instalación eléctrica, el extractor, el aislante de las paredes y encima maderos para evitar las humedades.

Después de eso se dio de llana, se lijó, se pintó, se volvió a lijar y se volvió a pintar. Una vez rematado, el bajo suelo y el suelo, que es tarima flotante.

Como podéis ver es una "chupá a trabajar". Aunque nosotros lo cogimos una vez que el yeso estaba dado, pero no veis lo que cansa el rodillo, la lija y el puñetero suelo.

Básicamente le hemos dado el remate final en Semana Santa. Pero no creáis que acaba hay..no,no,no,no..

Después de eso, montamos las estanterías, cogimos 15 cajas de la planta de arriba, las clasificamos, pusimos toooodo lo que teníamos en esas 15 cajas y las bajamos al sótano.

Siguiendo con nuestra operación "O lo acabamos o nos matamos", vaciamos la habitación pequeña. Clasificamos los millones de botes de pintura, herramientas y mierdas varias y las bajamos al sótano...así la habitación pequeña "LA ULTIMA HABITACIÓN" está vacía y lista para cuando podamos empezar!

Bueno, más bien, cuando nos recuperemos de los moratones y agujetas hasta en el carnet de conducir de currar como enanos tooodo el puente. :-)