La Medina de Marrakech es lo que se llama, en todas partes, el casco antiguo.En Marrakech, cierto es que lo que son las paredes no estan muy bien conservadas (que si, que son una jartá de antiguas), pero en muchos de los sitios están medio derruidas. También, las entradas tradicionales, con sus arcos y demás, han dado paso a "hago un agujero para que pasen los coches"....una pena.
Nuestro pedazo de hotel co,n esa pedazo de piscina que nos salvo de morir derretidos, estaba a 10 minutos andando de la plaza central. el Hotel no era otro que el Sofitel Marrakech Lounge and Spa. Y, la verdad, no tuvimos ninguna queja. :-)
En la plaza principa,Jemaa el Fna, el turista se encuentra con un tumulto de gentes de toda clase. Estan los magos, los comicos, los que tienen al (pobre) mono para que haga monerias y fotos con el turista, los de los mercadillos vendiendo imanes de la nevera los vendedores de zumo de naranja.
En medio de todo ese jaleo se encuentran los tenderetes que venden comida, eso si, solo estan por la noche. Con esas mesas y bancos corridos de plastico, donde uno se sienta a sudar como un pollo y a disfrutar de unaautentica turistica comida.
Todos los tenderetes sirven el mismo menu, slavo algunas diferencias, y todos tienen los mismos precios. Nosotros probamos varios de ellos pues es servicio no era muy bueno y, casualmente, todos hacian mal las cuentas a la hora de cobrarte.
Pero con todo, la experiencia merece la pena. El bullicio, el olorcito de la comida cocinandose al lado tuyo...ummm. Recomendar la sopa marroqui. Que si, que hace mucho calor, pero esta sopa/ potaje de garbanzos, lentejas y especias estaba de toma pan y moja. Asi como las aceitunas que te ponen en muchos puestos nada mas sentarte para picotear... deliciosas!!
Y, para quien le guste las comidas a base de verduritas, los tagines. Ya sean de pollo, cordero o vegetariano estaban muy muy buenos. :-)
Nuestro pedazo de hotel co,n esa pedazo de piscina que nos salvo de morir derretidos, estaba a 10 minutos andando de la plaza central. el Hotel no era otro que el Sofitel Marrakech Lounge and Spa. Y, la verdad, no tuvimos ninguna queja. :-)
En la plaza principa,Jemaa el Fna, el turista se encuentra con un tumulto de gentes de toda clase. Estan los magos, los comicos, los que tienen al (pobre) mono para que haga monerias y fotos con el turista, los de los mercadillos vendiendo imanes de la nevera los vendedores de zumo de naranja.
En medio de todo ese jaleo se encuentran los tenderetes que venden comida, eso si, solo estan por la noche. Con esas mesas y bancos corridos de plastico, donde uno se sienta a sudar como un pollo y a disfrutar de una
Todos los tenderetes sirven el mismo menu, slavo algunas diferencias, y todos tienen los mismos precios. Nosotros probamos varios de ellos pues es servicio no era muy bueno y, casualmente, todos hacian mal las cuentas a la hora de cobrarte.
Pero con todo, la experiencia merece la pena. El bullicio, el olorcito de la comida cocinandose al lado tuyo...ummm. Recomendar la sopa marroqui. Que si, que hace mucho calor, pero esta sopa/ potaje de garbanzos, lentejas y especias estaba de toma pan y moja. Asi como las aceitunas que te ponen en muchos puestos nada mas sentarte para picotear... deliciosas!!
Y, para quien le guste las comidas a base de verduritas, los tagines. Ya sean de pollo, cordero o vegetariano estaban muy muy buenos. :-)
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